FUNDAMENTOS ANTROPOLÓGICOS DE LA SEXUALIDAD HUMANA
DEFINICIONES HISTÓRICAS DEL HOMBRE
Max Scheler se da un hecho importante, y es la sistematización de un conjunto de conocimientos acerca del hombre en conexión con los hallazgos de las ciencias humanas. Esto lo ratifica él mismo con estas palabras: “Poseemos, pues, una antropología científica, otra, filosófica y otra, teológica, que no se preocupan una de la otra. Pero no poseemos una idea unitaria del hombre.
En la filosofía Griega, para Platón, el hombre es un dualismo dicotómico según el cual el alma o facultad intelectiva se vincula accidental y transitoriamente con el cuerpo hasta el momento de la muerte cuando “vivirá fuera del cuerpo en mansiones más hermosas, imposibles de describir”.
Para Aristóteles: “Es, pues, necesario que el alma sea sustancia y forma de un cuerpo natural que tiene la vida en potencia … el alma será la perfección primera y el primer acto (entelequia) de un cuerpo natural… el alma, pues, no es separable del cuerpo… el alma es principio de las funciones mencionadas y se define por ellas, esto es, por la nutritiva, la sensitiva, la mental y el movimiento”.
En el Cristianismo, para San Agustín el hombre es imagen de Dios: “Son tres las partes de que consta el hombre: espíritu, alma y cuerpo".
Para Santo Tomás, el hombre es una unidad substancial de alma y cuerpo.
En la Época Moderna, para Descartes, el hombre es un yo pensante, y para Pascal: “El hombre no es más que una caña, la más débil de la naturaleza; pero una caña pensante”.
Para Herder, el hombre es imagen de Dios.En el alma del hombre grabaste tu imagen , la religión y el sentido humanitario.
Para Herder, el hombre es imagen de Dios.En el alma del hombre grabaste tu imagen , la religión y el sentido humanitario.
Para Marx, en la Época Contemporánea, el hombre es un ser que trabaja, un animal de trabajo y un animal histórico.
Para Heidegger, el hombre es existencia, existencia dialógica y existencia temporalizada, un ser arrojado en la existencia y, finalmente, un ser para la muerte.
Para J. P. Sartre,el hombre es un individuo que, con su libertad, se da él mismo el sentido a su propia vida humana.
Todas estas definiciones sumergen al hombre en una tautología que tiene su origen en “el ser es y el no ser no es” de Parménides y que se ha introducido en todas las filosofías y sistemas de la historia del pensamiento humano: Tan tautológico es decir, por ejemplo, “el hombre es el hombre” como decir “el hombre es un ser consigo o para sí” o, incluso, decir “el hombre es un ser para la sociedad”.
AMOR,AFECTO Y SEXUALIDAD
“Sexualidad, Fertilidad y Procreación”. Estos tres aspectos tienen vinculación con ciertos campos del saber tales como la Ética, la Psicología, la Bioética, la Teología y la Filosofía.Si damos una mirada a nuestro pleaneta, acerca de como se ve la sexualidad en los diferentes ambientes que hay; nos daremos cuenta que para los hombres y mujeres el significado de sexualiadad es muy diferente,de hecho, para una misma persona no tiene el mismo significado en momentos diversos. Y esto por una razón sencilla, como dice el Dr. F. Montiel A., y es que ” hacer el amor es también comunicación y, como acontece con las palabras, algunas personas se comunican mejor que otras”.
El amor es acto del espíritu, no es un acto psicológico y, por tanto, no habría que confundirlo con el afecto. El afecto se explica en el mundo animal también, y a veces con un orden mayor, por la sencilla razón de que el animal, al no poseer un espíritu y, por tanto, no poseer libertad, no tiene que decidir en cada momento el acto que tiene o no tiene que realizar.
La libertad tiene que ser formada por el amor, para que esté bien formada. La expresión: “quiero ser libre para hacer lo más noble, puro y perfecto, esto es, lo mejor”. Entonces, el amor no se hace, amor se es.
La psicología humana nos aparece como un complejo de funciones variables: una parte son heredadas, y otra parte son adquiridas o educacionales.
Entre genitalidad y sexualidad hay una diferencia y no porque estos dos actos no vayan unidos, sino porque al separarlos, como sucede en muchos casos, se prescinde de la particularidad con la que cada persona vive, concibe y se acerca al acto sexual.
SEXUALIDAD Y PERSONA
El significado etimológico del término ‘sexo’ y ‘sexual’ pueden darnos ya algunas indicaciones, desde el punto de vista fisiológico y psicodinámico, tal y como es observable en la base del comportamiento.
Las dos expresiones, masculino y femenino, se complementan, se observa en ellas una imperiosa necesidad de complementación. Hay un irresistible impulso, de atracción recíproca o, como lo llama G. Cessary, una pulsión instintiva sexual.
Se podría decir de la sexualidad que es “una energía vital, originaria y originante de la vida que se expresa a través del actuar humano” .
La Humanae Vitae nos dice que las características del amor conyugal tienen que ser las de “un amor plenamente humano, esto es, sensible y espiritual al mismo tiempo, no una simple efusión del instinto o del sentimiento… Es un amor total, esto es una forma de amistad personal, donde no cabe el cálculo egoísta… Un amor fiel y exclusivo hasta la muerte, capaz de generar una felicidad profunda y duradera… y, finalmente, un amor fecundo: los hijos son, sin duda, el don más valioso del matrimonio”.
La libertad humana, característica esencial del espíritu humano, tiene necesidad de ser formada por el amor, cualquier otra formación es deformante de la verdadera personalidad del hombre. Y si la libertad tiene que ser formada por el amor, la sexualidad también queda sujeta, en su libertad, a ser expresión del amor y no del puro instinto.
CAMPO DE LA SEXUALIDAD
Debemos decir que la sexualidad está con nosotros desde el momento de la concepción, es decir desde que se une óvulo y espermatozoide. Por eso en el acta de nacimiento figura: sexo masculino o sexo femenino. Pero aquí de nuevo se tiene que repetir la advertencia anterior: no podemos reducir esta identidad sólo al plano físico. Cuando hablamos de identidad nos referimos a ese núcleo íntimo que nos hace ser varones o mujeres.
CONCEPTO DE SEXUALIDAD
DATO: La sexualidad es el conjunto de aspectos que abarcan a toda la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma espiritual, y que la configuran como hombre o como mujer.
De aquí se deriva una fuerza interior que está referida a la afectividad, a la capacidad de amar y a la aptitud para relacionarse con los demás.
TAREA: Es el dinamismo creador e integrador de la persona humana, en sí misma, con el otro y con la sociedad, cuya energía nace y se alimenta del AMOR, y su guía es la virtud de la castidad en pleno ejercicio de su libertad responsable (D’Agostino).
LA EDUCACIÓN SEXUAL
Es importante establecer algunos criterios acerca de lo que es la educación sexual. Su justificación es sencilla: la sexualidad en cuanto dato necesita un acompañamiento correcto para lograr el más grande despliegue posible.
Para tener mayores elementos de juicio comencemos con una definición:
“Todo aquello que una persona necesita aprender (conocimiento y actitud) desde que nace y que le capacita para llevar una vida feliz con una pareja estable y permanente”. (Vollmer y col.).
Prof. Lagares: “Debemos enseñar a niños y jóvenes a conocer, ejercer y dominar su propia sexualidad, porque de lo contrario sería aceptar que la sexualidad es un determinismo biológico que ingiere sólo al plano genital, lo que de hecho, la ciencia y la experiencia ya se han encargado de desmentir”.
En su lugar responde más a la naturaleza humana centrar la educación sexual en tres pilares:
“Todo aquello que una persona necesita aprender (conocimiento y actitud) desde que nace y que le capacita para llevar una vida feliz con una pareja estable y permanente”. (Vollmer y col.).
Prof. Lagares: “Debemos enseñar a niños y jóvenes a conocer, ejercer y dominar su propia sexualidad, porque de lo contrario sería aceptar que la sexualidad es un determinismo biológico que ingiere sólo al plano genital, lo que de hecho, la ciencia y la experiencia ya se han encargado de desmentir”.
En su lugar responde más a la naturaleza humana centrar la educación sexual en tres pilares:
- Educación para la identidad (para la «tarea» de ser hombre o mujer de acuerdo al mandato genético).
- Educación para la procreación (anotando que el ser humano, en cuanto persona, no se «reproduce» sino que procrea, palabra que en sí encierra la consideración de la verdadera dignidad del acto de dar vida a un nuevo ser humano).
- Educación para el amor (otra vez el amor, que posibilita ubicar la sexualidad en su verdadera dimensión: la de salida de sí y encuentro con el otro).
LA PERSONA HUMANA
Para entender la sexualidad hay que empezar comprendiendo a la persona humana. Por eso hemos querido poner el eje en dos puntos fundamentales:
a) La unidad cuerpo-alma espiritual de la persona humana.
b) El triple dinamismo operativo o tres niveles de acción de la persona.
A.- EL HOMBRE UNA UNIDAD MUY PARTICULAR
(UNIDAD SUBSTANCIAL DE CUERPO Y ALMA ESPIRITUAL)
Por eso decimos que la persona humana es una unidad con partes: esto quiere decir que cada hombre está compuesto por un principio material, su cuerpo y uno inmaterial, su alma espiritual.
Ambas partes siempre juntas, alma espiritual y cuerpo, son la persona humana. Somos unidad, totalmente inseparables: yo y mi cuerpo, mi cuerpo y yo. Así como yo soy importante así es importante también mi cuerpo. Nuestro cuerpo es tan bueno y valioso como nosotros mismos.
De esta unidad que por ser tan profunda llamamos substancial, podemos extraer conceptos fundamentales para entender la sexualidad, especialmente en la línea de la identidad, la comunicación y la responsabilidad:
a) Identidad: A partir de la unidad cuerpo-alma espiritual descubrimos que ser persona humana equivale a ser persona sexuada, varón o mujer. Es un dato que se ve en lo exterior pero que es expresión de la integridad.
b) Comunicación:La unidad habla del aspecto fundamental que da sentido a la comunicación: una caricia con afecto es infinitamente más que simplemente «pasar una piel sobre otra» o una palabra agradable más que «un conjunto de sonidos».
c) Responsabilidad:todo lo que «se haga» a un «cuerpo» se lo está haciendo a la persona entera (y quien lo hace es una persona entera). Sería ridículo que cualquiera de nosotros luego de darle una bofetada a otro tratará de argumentar en su favor: “No fui yo, fue «mi mano»; ademas que te quejas si le pegué solamente a tu cuerpo”. La respuesta más lógica sería: “Nada de cosas, tú me pegaste a mí”.
B.- EL HOMBRE UN SER INTEGRAL (TRIPLE DINAMISMO OPERATIVO: BIO-PSICO-ESPIRITUAL)
Tomando en cuenta características comunes de la diversidad de operaciones que puede realizar el ser humano en todo momento, estas se pueden agrupar en tres niveles:
Tomando en cuenta características comunes de la diversidad de operaciones que puede realizar el ser humano en todo momento, estas se pueden agrupar en tres niveles:
- Actividades físicas (corpóreas, somáticas o biológicas):Las «actividades» físicas suceden en nosotros (como el arco reflejo, el latido del corazón, etc.): en ellas no interviene para nada la libertad.
- Actividades psíquicas (o psicológicas):El grupo de las actividades psicológicas es especial ya que comparte características de los otros dos niveles. El psicológico es el nivel que abarca los sentimientos, las pasiones, los estados de ánimo, etc.. El origen de este nivel nos remite a su relación con los otros dos.
- Actividades espirituales (las que tienen que ver con el entender y el querer):En las actividades de tipo espiritual se nota exactamente lo contrario ya que todo lo que hacemos con nuestra inteligencia y nuestra voluntad es enteramente nuestro (lo cierto es que nadie ama a algo o a alguien “si no quiere”): es el ámbito por excelencia de la libertad.
CRECIMIENTO EN EL AMOR
Por ello partamos de la base del ejemplo de la pirámide y los niveles de acción. A cada nivel de acción corresponderá valores, emociones y productos de esas emociones que nos ayudarán a completar un cuadro ordenado de lo que por lo general sucede en nuestro interior.

VALORES
Comencemos por los valores que están presentes en la persona. La persona humana tiene un único valor (su dignidad es la más alta de la creación) pero así como la persona siendo una tiene diversas formas de actuar, este único valor, supone varios valores intermedios que nos descubren su grandeza.
Cuando una persona se pone en relación con otra de sexo complementario entran en juego sus dinamismos, su ser bio-psico-espiritual. Correspondientemente con sus dinamismos, la persona encarna unos valores con características muy definidas. Conociendo qué valor es el que está en juego podremos reconocer de qué tipo de relación se trata y qué podemos esperar de ella.
- Al dinamismo físico corresponde el valor corporal.
- Al dinamismo psicológico corresponde el valor sexual.
- Al dinamismo espiritual corresponde el valor personal.
VALOR CORPORAL: El cuerpo es una parte fundamental de la persona, parte de su comunicación. Cuando hablamos de valor corporal tenemos que tener en cuenta algunas cosas:
El cuerpo es “no libre”. De hecho no piensa, es “ciego” en todo sentido. Depende de estados hormonales y de procesos necesario (crecimiento, respiración, etc.)
Busca comunicarse con el otro complementario.
Es bueno para la persona en la medida que está en relación con el resto de los valores de la persona toda.
Este valor significa solamente la puerta de entrada a la persona, lo más exterior, lo primero con lo que nos encontramos.
VALOR DE IDENTIDAD/COMPLEMENTARIEDAD (SEXUAL)
Justamente lo que le hace falta a la mujer está en la masculinidad del hombre y lo que le hace falta al hombre lo tiene la femineidad de la mujer. Es a lo que se llama «complementariedad». Es esa inexplicable magia (muy notoria desde inicios de la adolescencia) que hace que los chicos se acerquen a las chicas y ellas a ellos.
VALOR PERSONAL: Se relaciona directamente con el nivel espiritual: este es el valor más importante que tiene toda persona.
Todos somos conscientes de que quienes nos rodean son personas. Esto implica que cualquier reacción física o psicológica se tiene que elevar al nivel personal para cobrar verdadero sentido humano.
Básicamente este valor nos dice: “Más allá de que me guste su cuerpo o me sienta bien con él o ella, lo más importante es que es una persona, y eso es lo que la hace verdaderamente valiosa”.
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